Los medios de transporte públicos en Buenos Aires son básicamente tres: ómnibus (colectivos, para los porteños), subterráneo y taxi. Hay también algunos trenes suburbanos con estaciones en la Capital, pero son más útiles para viajar a los suburbios.
El tránsito porteño es caótico. Los porteños son malos conductores que creen ser muy buenos, así que es poco recomendable alquilar auto, a no ser que tenga pensado viajar fuera de la ciudad. Si no, la combinación entre taxi, subtes y colectivos le alcanzará para moverse con relativa rapidez y eficiencia, a bajo costo, por la ciudad.