Invitados por Gastón Gutiérrez, uno de los RRPP de 647, nos dimos una vuelta por el novedoso Diner Club de San Telmo una noche de sábado. Una vez sentados en uno de los boxes, Gastón nos contó que Terry Walshe (cineasta londinense, uno de los tantos europeos que llegó a Buenos Aires en estos tiempos post-devaluación) quiso dejar una huella en la ciudad, abriendo un restó/bar/club/lounge totalmente novedoso. Así, inició 647 como club exclusivo, para luego abrir sus puertas e invitar a todo aquel que quiera disfrutar de una noche diferente.
Oculto tras un portón negro que no dice nada, entrar a 647 es sorpenderse. La decoración -con mucho dorado, espejos esfumados y fotografías de Urko Suaya- estuvo a cargo de su propio dueño. La oferta es completa: a la propuesta gastronómica, se suman opciones pre y after dinner en un ambiente glamoroso, aunque cómodo. Los precios son correctos, pero no baratos.
Las cartas cambian cada tres meses. Se destacan los tragos de Tato Giovannoni (no despedirse sin haber probado un Power Peralta -Pisco, Peras, Jengibre, Altosur Sauvignon Blanc, Angostura-), con los que brindamos hasta entradas las 4 AM. La noche siguió, para nosotros y para 647.