A la altura del Centro Cultural Recoleta, atravesando la plaza, se encontrará con la avenida Alvear. Aquí, el glamour, el lujo y el señorío se conjugan para mostrar al caminante todo el esplendor de la arteria más distinguida de Buenos Aires. Este recorrido arrancará entonces en la pendiente encurvada al final de la avenida, justo frente a la plaza homónima (aunque no se refiere al mismo hombre sino a su abuelo Carlos María, figura del proceso independentista).
Estas cuadras albergan marcas argentinas junto a las vidrieras más famosas del mundo. La primera que encontrará, al 1981, es Hermès, la exclusiva tienda parisina de carteras, corbatas y pañuelos; al 1923 aparecerá la única sucursal latinoamericana de Valentino. En la siguiente cuadra, al 1891, está el hotel cinco estrellas más elegante del país y uno de los veinte más importantes del mundo: el Alvear Palace Hotel. Inaugurado en 1932 y de exquisito estilo francés, es considerado patrimonio arquitectónico e histórico de la ciudad. Refaccionado en el 2005, hoy se lo puede ver con todo el esplendor de sus años de oro. Aquí se han alojado famosos de todo tipo, desde Sofía Loren hasta el Rey de España. Dentro del mismo edificio, al lado de la entrada principal, se encuentra la Galería Promenade con exclusivas joyerías y tiendas de ropa, cueros y accesorios. Se destacan allí el restaurante Promenade, regenteado por el chef Rodrigo Toso, con inmensos ventanales que dan a un bello jardín interno, y Tealosophy, la tienda de té más fascinante de la ciudad, propiedad de Inés Berton, una de las más famosas “narices” del mundo. Para no ser menos, ella también enumera algunas de las personalidades que fueron clientes, como los reyes de España, el Dalai Lama, Carolina Herrera y José Saramago.